viernes, 30 de enero de 2009

Sueños

SUEÑOS

Sueño con desiertos y alboradas mágicas
desiertos que desertan de otros desiertos
más yermos aún
y alboradas que,
solícitas,
tiñen con su albor
la incesante palidez
de los colores olvidados,
en los páramos inexplicables
de los desencuentros humanos.

Sueño con abismos sin bordes
y mesetas que agonizan en el horizonte

Sueño con mares de dudas
disipadas
culpas ya redimidas
almas no laceradas
pasiones encontradas
manos tendidas sin puños crispados.

Sueño también
que sueño
y el doblez redobla mi ansiedad
cuando el primero me abre las puertas
para hundirme en otro sueño sin suturas
inmenso
blando
hilvanado apenas con breves lazos de afecto.

Sueño que todos se quieren
como nosotros
que los códigos se retuercen
y abren brechas para otras normas
más humanas
donde el respeto no se predica
pero se practica
y el amor se grita a los gritos
y se consuma sin ningún sonido.

Sueño que una vez
tendí mi abrazo hacia una mujer
vestida de futuro,
arropada de ilusiones...
Y en el fugaz intento
brilló sin embargo una estrella
dentro de su mirada.

Sueño que algún día
todas las estrellas partirán desde una mirada
y entonces
tendrá que mutar el ocaso
porque ya no habrá lugar donde tender su oquedad.

Sueño con una de tus manos
porque las dos de consuno
pueden herirme de muerte
si ambas entornando un abrazo
se conjuran sobre mis ansias.



Sueño que otra vez sueño
y quizá,
eludiendo algunos peldaños
ella
y su estrella
puedan estar al alcance de mi mirada.



Enero 19 2009.

Reencuentro

REENCUENTRO
(un recuerdo de juventudes pasadas)

Hubo hoy un gesto distinto en su ceño
Que no reconocí
Una mirada fija, como perdida
Que no pude ver adonde terminaba…
Sin embargo
Me atreví a cruzarla
Con la mía
Y de a poco
Con esa parsimonia de quien completó una idea
Concluyó un momento de inquietud
O simplemente viró hacia otro rumbo,
Me tendió nuevamente su mano
Y su mirada volvió a posarse en nuestro encuentro
Y su voz olvidó el quejumbre
Y enarboló otro enjambre de dulzura
Con la misma sencillez de otros momentos
Antes de otros dolores.

A más rato
Sus brazos tendieron el puente de siempre
Y su boca desmesuró otra vez ternuras en mis ansias.

Un abrazo acólito
De piernas en arco
Cobró vida sobre mi cuerpo joven
Conmovido y asombrado.

Y en el medio de esa desmesura
Tendido a placer sobre su piel indulgente
Arrodillé mi ternura sobre su vientre
Y hendí mi amor en su complacencia

Y esperé…

A más rato también
Su boca, sus brazos y sus piernas
Sofocaron definitivamente mi ansiedad
Y me entregué, agradecido
En el fantástico universo de su cuerpo
A veces temido
Pero siempre deseado.

Y mientras sus piernas y brazos, de consuno
Sumían mi cuerpo sobre el suyo
Y mis músculos se deshacían
Y se hundían como arena en el humedal,
Comprendí, por fin
Por qué la amaba tanto.
Y que no había equivocado el camino
Aunque mi camino recién comenzaba.




(este poema es de reciente factura pero habla de recuerdos de hace más de treinta años; y me gustó porque habla de experiencias que todo el mundo ha tenido alguna vez).